Boxeo y fútbol americano, cruciales en estudios de encefalopatía traumática crónica
En deportes como el boxeo, fútbol americano y otras disciplinas, muchos de los impactos son recibido por la cabeza, una acción que si es repetitiva puede incrementar la probabilidad de que una persona desarrolle encefalopatía traumática crónica (ETC), una afección neurodegenerativa que debido a su complejidad de ser detectada post mortem, limita estudios y tratamientos.
Mayo Clinic explica que la lesión provoca la muerte de células nerviosas en el cerebro y dificulta algunos factores de comprensión.
“Se considera que algunos de los síntomas de la encefalopatía traumática crónica incluyen dificultades para pensar y mostrar emociones, problemas físicos y otras conductas. Se cree que estos se desarrollan años o décadas después de producirse el traumatismo craneal”, comenta Mayo Clinic.
Esta condición se caracteriza por la acumulación de la proteína tau en el cerebro, y conlleva una variedad de problemas cognitivos, de comprensión y control de impulsos, entre otros. Investigaciones recientes respaldadas por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) señalan de manera alarmante que incluso los jóvenes y aficionados a deportes de contacto y colisión pueden padecer ETC, resaltando la urgencia de encontrar métodos para comprender, diagnosticar y tratar esta condición.
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Estudios recientes
Investigaciones recientes, publicadas en la revista Neurology, revelan que el incremento de ciertas lesiones cerebrales identificables en resonancias magnéticas podría estar vinculado a cambios cerebrales adicionales en ex jugadores de fútbol. Este estudio, parte del Proyecto de Investigación para el Diagnóstico de la Encefalopatía Traumática Crónica (ETC) respaldado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), utiliza datos de 120 ex jugadores profesionales y 60 ex jugadores universitarios, comparándolos con un grupo control de 60 individuos sin antecedentes de traumatismo craneal.
“Todos los voluntarios del estudio se sometieron a escáneres cerebrales y punciones lumbares para recolectar líquido cefalorraquídeo en busca de signos subyacentes o biomarcadores de enfermedades neurodegenerativas y cambios en la materia blanca. En los exjugadores de fútbol americano, los investigadores encontraron más evidencias de hiperintensidades de la materia blanca, tejido más profundo del cerebro (WMH, por sus siglas en inglés). Como era de esperar, aquellos con una carga elevada de WMH tenían más probabilidades de tener más factores de riesgo de accidente cerebrovascular, como presión arterial alta, hipertensión, colesterol alto y diabetes, pero esta asociación fue 11 veces más fuerte en los ex jugadores de fútbol americano que en los que no lo eran. Más WMH también se asoció con mayores concentraciones de proteína tau en el líquido cefalorraquídeo, y esta conexión fue dos veces más fuerte en los jugadores de fútbol americano que en los que no lo eran. Otros signos de descomposición funcional en la materia blanca del cerebro fueron más evidentes en los participantes con un aumento de WMH, y esta conexión casi se cuadruplicó en los ex jugadores de fútbol americano”, se explica en el artículo.