Cervicalgia: 3 recomendaciones para controlar el dolor de forma natural
El dolor cervical o cervicalgia es muy común y suele ser causado por una mala postura, sedentarismo o contracturas musculares descuidadas.
Si sufres de cervicalgia no tardarás en notarlo: los síntomas más comunes son dolor localizado en la base del cuello, hormigueo y entumecimiento, rigidez del cuello, problemas de visión. A veces el dolor cervical se irradia a los brazos y puede ser muy fuerte y puede ir acompañado de náuseas, mareos, pérdida de equilibrio, zumbidos en los oídos y problemas de audición.
También debemos recordar que no se debe subestimar la causa que une las cervicales al estrés y a la tensión acumulada.
En cualquier caso, las causas de la cervicalgia suelen estar relacionadas y es necesario actuar en varios frentes.
Los remedios naturales más eficaces
Hay muchos remedios naturales para combatir la cervicalgia. Si sufres a menudo de dolor cervical y no encuentras alivio con ninguno de los siguientes remedios, consulta a tu médico.
Árnica para aliviar la inflamación
El árnica es un remedio válido para las cervicales y se puede encontrar en forma de pomada y aceite que se aplica localmente para encontrar un alivio inmediato del dolor. En particular, para aliviar rápidamente la inflamación del tracto cervical se recomienda el aceite de árnica, con el que puedes realizar un ligero masaje local, eficaz gracias al efecto combinado de la habilidad manual y la acción ejercida por los ingredientes activos. El árnica tiene propiedades antisépticas y analgésicas, así como antiinflamatorias, capaces de modificar la acción de las células inmunes, matar las bacterias y reducir la inflamación. El árnica está especialmente indicada para los dolores agudos de origen traumático.
El extracto de Ribes nigrum o grosellero negro contra el dolor crónico
El extracto de Ribes nigrum se utiliza por su acción beneficiosa sobre la circulación sanguínea y por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Es una planta completa de la que se utilizan hojas, frutos y brotes. Las hojas favorecen la eliminación de toxinas y la purificación del cuerpo, mientras que los frutos contienen un alto porcentaje de vitamina C y flavonoides, útiles contra la inflamación y antocianinas con acción vasoprotectora. Las yemas son ricas en flavonoides y glucósidos, capaces de estimular la producción de cortisol por las glándulas suprarrenales. Por esta razón se utilizan para reducir la inflamación y como un antihistamínico suave. Son más eficaces contra el dolor crónico y pueden utilizarse durante un largo período de tiempo.
Té de hierbas antiinflamatorias
En la medicina natural también se pueden encontrar muchos tés antiinflamatorios útiles para tratar los síntomas. Por ejemplo, las infusiones de rosa mosqueta o grosella negra son muy eficaces. Si sufres a menudo de dolor cervical, bebe una o dos tazas de la infusión al día, o pide consejo a algún especialista.
