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¿Cuál es la relación entre la salud mental y las adicciones?

¿Cómo pueden las adicciones impactar nuestra mente y emociones? Las adicciones, ya sean a sustancias como el alcohol y las drogas o a comportamientos como el juego o el uso excesivo de Internet, no solo tienen un impacto en la vida de quienes las experimentan, sino que también están estrechamente ligadas a una serie de desafíos en la salud mental.

Hoy te compartimos, de la mano de la Dra. Raisa Ogasa Cueto, psicóloga clínica del Grupo SEPI, algunos aspectos que debes conocer sobre el papel y contribución de las adicciones en la salud mental y qué podemos hacer para cuidar nuestro bienestar.

«Las adicciones y los problemas de salud mental están estrechamente relacionados», dijo la especialista. En muchas ocasiones, las personas que luchan con adicciones, ya sean sustancias como el alcohol, las drogas o los medicamentos, o adicciones comportamentales, como los juegos o videojuegos, también enfrentan problemas de salud mental.

Adicciones de sustancias y comportamentales

Asimismo, la doctora Ogasa destacó que existen dos tipos principales de adicciones: las de sustancias y las comportamentales. «Las adicciones de sustancias involucran el consumo de alcohol, drogas o medicamentos, mientras que las adicciones comportamentales se relacionan con conductas como las compras compulsivas o el uso excesivo de Internet», explicó.

Identificando un problema de adicción

De acuerdo con la especialista, en ocasiones, puede resultar desafiante identificar un problema de adicción, «ya que algunas personas que luchan con esta condición pueden parecer funcionales en su vida cotidiana». Sin embargo, es esencial comprender que la adicción es un trastorno, «lo que significa que, a pesar de su aparente funcionalidad, la vida de la persona se ve afectada por esta patología».

Síntomas de adicción

Los síntomas de la adicción pueden manifestarse de diversas maneras. La psicóloga compartió los siguientes:

  • Cambios en el apetito o los patrones de sueño, «que pueden incluir aumentos o disminuciones en la ingesta de alimentos y alteraciones en el sueño.»
  • Manifestación de temor, ansiedad o paranoia sin una razón aparente.
  • Períodos inusuales de hiperactividad, que se caracterizan por un exceso de movimiento, agitación o confusión.
  • Cambios repentinos en el peso corporal, ya sea por un aumento excesivo del apetito o una disminución significativa.
  • Deterioro del aspecto físico y la salud general.
  • Presencia de temblores y dificultades en el habla.

También podemos notar cambios en la coordinación, que se manifiestan como una disminución de la destreza motora. Además, es común observar alteraciones repentinas en las amistades o los lugares frecuentados, lo que implica un cambio en los lugares de reunión habituales. Por último, podemos percibir olores inusuales en el aliento, el cuerpo o la ropa de la persona, lo cual puede deberse al consumo o abuso de sustancias o medicamentos.

En este sentido, compartió la especialista, «las personas que padecen problemas de salud mental y trastornos de uso de sustancias deben recibir tratamiento para ambos que puede incluir rehabilitación, grupos de apoyo, terapia y medicación».

En el caso de otras adicciones, como las adicciones comportamentales, los síntomas pueden incluir cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad o estallidos de ira repentinos. La persona también puede actuar de manera sigilosa o sospechosa, ya que es consciente de que su comportamiento es inapropiado o no aceptado por los demás. Otros síntomas pueden comprender un deterioro en el aspecto físico, problemas financieros inexplicables, dificultades en las relaciones con amigos, parejas u otras personas cercanas, y ausencias o retrasos frecuentes en el trabajo.

Búsqueda de ayuda integral

«Es fundamental estar alerta a estos signos y síntomas, ya que pueden indicar la presencia de una adicción y la necesidad de buscar ayuda y apoyo adecuados«, dijo.

Asimismo, es de vital importancia que las personas que enfrentan problemas de salud mental y trastornos por uso de sustancias reciban un tratamiento integral. Esto implica abordar tanto el uso de sustancias como las condiciones de salud mental, como la depresión, por ejemplo. El tratamiento para ambas problemáticas puede comprender varios enfoques, como rehabilitación, terapia en grupos de apoyo y medicación.

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