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¿Dolor durante el coito? Podría ser dispareunia

La palabra dispareunia identifica un dolor durante el coito que sienten más las mujeres en la zona cercana a la vagina, pero que también podría ocasionarse en hombres en la zona cercana a los genitales.

Sin embargo, la dispareunia es un trastorno que afecta principalmente al sexo femenino, con un porcentaje de entre el 12% y el 15% para las mujeres en edad fértil y un porcentaje del 45% para las mujeres en el periodo posterior a la menopausia.

A veces puede ocurrir que este problema se confunda con el vaginismo, aunque el momento en el que se siente el dolor es diferente: en la dispareunia es concomitante al coito mientras que, en el vaginismo, el dolor se siente antes del acto sexual, consistiendo más en una fobia al mismo.

Síntomas de la dispareunia

El dolor se manifiesta de diferentes maneras: puede ser leve o intenso, afectar a varias partes o solo a una.

Por ejemplo, algunas mujeres describen un dolor superficial en el orificio de la vagina o en la superficie de los genitales cuando se inicia la penetración; otras, por el contrario, sienten un dolor más interno tras una penetración más profunda.

Además, en algunos casos, la dispareunia se produce después de la primera relación sexual, mientras que en otros casos se produce a lo largo del tiempo, debido a una infección o una lesión, o cíclicamente durante el ciclo menstrual.

Determinar si el dolor es más superficial o profundo y cuándo se produce es importante para entender su origen, la causa y poder aplicar el tratamiento correcto.

Causas

Son muchas las causas que pueden estar relacionadas con la dispareunia, e identificar las relacionadas con el tipo de dolor es de fundamental importancia para conseguir tratamientos y terapias eficaces.

Numerosas causas físicas, psicológicas, sociales o de relación pueden contribuir al dolor durante los encuentros sexuales y, a menudo, el problema se debe a una combinación de varios factores, ninguno de los cuales debe ser ignorado para superar completamente el trastorno.

El dolor de la dispareunia puede deberse, por ejemplo, a razones fisiológicas o anatómicas, como la presencia de un útero en retroversión, infecciones, falta de lubricación, tejido cicatricial, crecimiento anormal del tejido, cáncer del tracto reproductivo, cambios en el tejido como resultado de una cirugía o un parto.

Además, es importante recordar que la dispareunia también podría ser un trastorno psicosomático, desencadenado por el miedo al dolor o a las lesiones, la culpa o la vergüenza, el temor a un embarazo no deseado o, simplemente, el desconocimiento de la anatomía y la fisiología sexuales.

Este trastorno suele afectar también a las mujeres que se someten a radioterapia por una neoplasia pélvica, que pueden sufrir una dispareunia grave debido a la atrofia de la pared vaginal y a su susceptibilidad a los traumatismos.

Además, la asociación de dismenorrea y dispareunia profunda podría ser un síntoma de la presencia de endometriosis, enfermedad originada por la presencia anormal de tejido que recubre la pared interna del útero en otros órganos.

Por último, la dispareunia es también un síntoma de una enfermedad llamada cistitis intersticial y los pacientes que la padecen pueden tener problemas de dolor y molestias en la vejiga durante o después del coito.

En el caso de los hombres que padecen esta enfermedad, el dolor se produce en el momento de la eyaculación y se concentra en la punta del pene. En las mujeres, en cambio, el dolor suele aparecer al día siguiente, como consecuencia de los dolorosos espasmos musculares del suelo pélvico.

Tratamiento de la dispareunia

A menudo existen condiciones fisiológicas subyacentes al dolor, así como componentes psicosociales que deben ser evaluados para encontrar el tratamiento adecuado.

El diagnóstico diferencial de las causas físicas subyacentes puede guiarse por si el dolor es profundo o superficial.

El tratamiento del dolor durante el coito depende de la causa que lo provoca, y solo después de un diagnóstico adecuado se pueden poner en marcha uno o varios tratamientos para las causas específicas. Por ejemplo, para el dolor debido a una infección, el médico puede recetar una crema específica en función de la naturaleza bacteriana, fúngica o vírica de la propia infección.

Para las molestias debidas a la sequedad vaginal posmenopáusica, puede utilizarse un tratamiento con estrógenos.

Por último, es importante destacar que el tratamiento más eficaz para la dispareunia es saber escuchar a la propia mujer, ya que, a través del enfoque psicológico, la mujer es capaz de sacar a la luz sus dificultades, sus preocupaciones y, en consecuencia, superarlas.

Obviamente, este tratamiento también es muy eficaz en el tratamiento del vaginismo, ya que este último trastorno está totalmente relacionado con factores psicológicos.

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