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El agarre del lápiz en los niños: lo que debes tener en cuenta

En ocasiones el agarre del lápiz suele ser un problema que presentan algunos niños en edad escolar debido a diferentes factores.

Por: Anette Quiñones*

Con motivo del inicio de clase, hacemos muchos preparativos. Compramos libros, uniformes, zapatos escolares y todo lo necesario para estar listos para el comienzo escolar. Sin embargo, en ocasiones pasamos por alto observar las situaciones que pueden estar afectando a los estudiantes.

Para algunos niños y niñas las actividades manuales suelen ser difíciles. Las destrezas de motor fino son utilizadas en el diario vivir para amarrarse los zapatos, abotonarse y desabotonarse y agarrar objetos pequeños. En la escuela deben pasar las páginas de libros y libretas, agarrar el lápiz, pinceles, hacer uso de la tijera y manipular objetos.

En la etapa prescolar se espera que el niño adquiera la habilidad de manipular diferentes objetos con las manos, que mejore el uso y manejo del lápiz, crayolas, marcadores, tijeras y madure hasta tener el control del uso de ambas manos. En ocasiones el agarre del lápiz inmaduro suele ser un problema que presentan algunos niños en edad escolar.

Este problema puede deberse a diferentes factores como por ejemplo tono muscular alterado, hipotonía o tono bajo, hipertonía o tono alto, dificultad en mantener el control postural, pobres habilidades en el uso de las manos y/o dificultad en la planificación motora. El agarre del lápiz incorrecto también puede estar relacionado a desordenes de procesamiento sensorial, es decir, la forma en que se integran los estímulos y la respuesta a esos estímulos. Si hay una alteración en el procesamiento táctil y propioceptivo se pueden afectar las destrezas de motor fino.

Un agarre inmaduro del lápiz en niños escolares puede dificultar la escritura y el control de los trazos, en la dirección y control motor, en escribir en la línea y mantener el tamaño y la formación de las letras. También pueden quejarse de cansancio y dejar las tareas incompletas o evitar realizar las tareas de escritura. Les afecta, además, escribir de forma legible. Muestran un alto nivel de frustración ya que intentan realizar su trabajo, pero no son exitosos. Los niños con tono muscular bajo se observa un agarre inestable, manteniendo la posición del lápiz y los dedos en posición vertical en cuatro (4) puntos y mostrando hiperextensión de los dedos.

Etapas del desarrollo motor

El desarrollo motor ocurre desde el nacimiento. Durante el primer año de vida se desarrollan las destrezas motoras y se van afinando los movimientos de los músculos grandes del cuerpo hasta las manos y pies. El agarre de pinza suele verse de forma madura a los 10 meses de edad. Su aparición da lugar a que el niño pueda agarrar objetos muy pequeños usando solo el dedo pulgar y el índice. Esto permite que el niño pueda llevarse comida a la boca y manipular objetos pequeños. Cuando el niño comienza a imitar las actividades de los adultos comienza a interesarse por agarrar el lápiz, marcador o crayolas. Es la etapa donde comienzan a escribir en las paredes y en todas las superficies.  

A los 12-18 meses se puede observar el agarre palmar supinado, un agarre en puño donde el niño mantiene su brazo levemente hacia arriba. A medida que hay mayor practica se va desarrollando el agarre digital pronado, que también se le conoce como agarre inmaduro pronado. Este se observa en niños de 2 a 3 años, y es cuando el niño muestra mejor control agarrando el lápiz con toda la mano en posición hacia el papel (con la palma de la mano hacia el papel) y el codo hacia afuera, realizando movimientos desde el hombro. 

A medida que va madurando la mano se observa la transición de un agarre en puño a uno más controlado. A la edad de 3½ a 4 años aparece el agarre trípode estático inmaduro y cuadrúpedo estático. En este agarre se utilizan tres dedos: pulgar, índice y dedo del corazón. Con este agarre el niño puede controlar mejor el lápiz y al escribir, se observan movimientos mayormente de la mano, de la muñeca y el antebrazo, pero sus dedos permanecen estáticos.

Se espera que desde los 4 ½ años hasta los 6 años se desarrolle el agarre trípode dinámico, etapa en la que el niño alcanza la madurez en el agarre del lápiz. Se observa extensión de la muñeca y mayor control en las manos y movimientos de los dedos manteniendo un espacio membranoso abierto. Se observa estabilidad en el hombro, codo y muñeca y el agarre del lápiz se hace utilizando movimiento de los dedos.

Para promover el desarrollo de las manos en los niños se les debe exponer a actividades manuales desde la etapa prescolar.  Las actividades como usar los utensilios para comer, realizar manualidades sencillas, colorear usando diferentes herramientas de escritura, el uso de plastilina entre otras actividades propias de la edad, benefician la madurez de las manos para realizar diferentes agarres prensiles incluyendo el agarre del lápiz.

En caso de que el niño o niña presente alguna dificultad que esté afectando su ejecución en la escritura se recomienda la evaluación de un terapeuta ocupacional para identificar las limitaciones que el niño o la niña está presentando. En esta evaluación se observan las destrezas motor fino, motor grueso, perceptuales visuales, visomotoras, estabilidad del tronco, coordinación motora, entre otras.

Algunas de las actividades que se trabajan en terapia ocupacional son:

  • Los niños deben familiarizarse con crayones y lápices para pintar y para la escritura. Existe una variedad de crayones en el mercado como anchos en forma de cono, cilíndricos y triangulares. El diseño triangular favorece el agarre trípode.
  • Realizar actividades de pintura utilizando los dedos, pinceles, esponjas, entre otros materiales. Se pueden practicar los trazos verticales, horizontales y figuras geométricas.
  • Se recomienda el uso de plano vertical para promover el posicionamiento de la muñeca y facilitar el agarre del lápiz utilizando pizarras o en la pared.
  • Agarrar bien el lápiz conlleva un buen control de las destrezas de motor fino. Estas destrezas se pueden reforzar mediante actividades como uso de pinzas de la ropa, actividades con plastilina, escurrir esponjas, recortar con tijeras, rasgar, enlazar, dibujar y actividades del diario vivir.
  • La posición sentada es importante para la mejor ejecución de la escritura. El niño debe estar sentado con sus pies apoyados en el piso, y la cadera y rodillas a 90 grados. El nivel del escritorio debe estar a dos pulgadas del nivel del codo. La silla debe ser del tamaño correcto para el niño.
  • Colocar correctamente el papel. La posición del papel o libreta deberá estar aproximadamente a 45 grados hacia la dirección de la mano que utiliza para escribir. Esta posición favorece la realización de una letra clara y legible, ya que ayuda a que la escritura se mantenga dentro del campo de visión del menor. Además, el papel debe sujetarse con la mano contraria a la que se escribe de manera firme, pero sin realizar demasiada presión.
  • En el mercado existen materiales que ayudan al niño o niña a facilitar el agarre correcto del lápiz como gomas o “pencil grip” (como se les conoce comúnmente) que facilitan el posicionamiento de los dedos durante el agarre del lápiz. Estos vienen en diferentes tamaños y formas. Se recomienda utilizar varios hasta encontrar el que mejor le convenga al niño o niña.

Para más información puedes enviar un mensaje a través de la página de Facebook Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de Puerto Rico.

*Anette Quiñones
Terapeuta ocupacional y presidenta
Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de PR
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