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Estreñimiento en los ancianos. Posibles causas, consejos y recomendaciones

El estreñimiento o constipación es un trastorno de la defecación que consiste en la dificultad de expulsar las heces. La frecuencia de la evacuación intestinal varía de una persona a otra. Por lo general, el estreñimiento crónico se diagnostica cuando la persona tiene 2 evacuaciones por semana o menos, durante al menos 2 semanas consecutivas, especialmente en presencia de otros síntomas como dolor al defecar, molestias abdominales y sensación de evacuación incompleta.

El estreñimiento aumenta progresivamente con la edad, especialmente después de los 70 años, junto con el uso habitual de laxantes. Los síntomas del estreñimiento pueden aumentar con la edad, incluso en ausencia de otras enfermedades subyacentes.

También hay algunos malos hábitos que contribuyen al estreñimiento:

  • la ingesta inadecuada de líquidos y fibra con la dieta
  • uso de laxantes
  • no prestar atención al estímulo de la defecación
  • sedentarismo
  • tomar drogas con efectos secundarios constipantes

Las personas de edad avanzada, o quienes las cuidan, suelen estar muy preocupadas por el estreñimiento, a menudo debido a creencias erróneas sobre la «normalidad» de la tasa de evacuación intestinal: muchos piensan que es esencial evacuar por lo menos una vez al día, otros piensan que los desechos que deben eliminarse con las heces pueden ser reabsorbidos y, por lo tanto, peligrosos para la salud. Estos conceptos erróneos han dado lugar a un enorme aumento del uso y abuso de los laxantes.

Se estima que en los Estados Unidos se gastan unos 725 millones de dólares al año en estas drogas, aunque muchos laxantes son inútiles y otros incluso perjudiciales.

No existe una definición rígida de la función intestinal normal, cada uno tiene tiempos y ritmos muy diferentes pero, en principio, es posible considerar fisiológica una frecuencia intestinal que varía de 3 veces al día a 3 veces a la semana.

En realidad, a menudo el principal problema con que tropiezan los pacientes es la dificultad para expulsar las heces duras, más que la prolongación del tiempo entre una evacuación y la siguiente.
Precisamente por esta extrema dificultad de clasificación, un grupo de expertos propuso como criterio de diagnóstico del estreñimiento la presencia de al menos 2 de los siguientes signos durante un período mínimo de 3 meses, sin tomar laxantes:

  • esfuerzo excesivo para defecar al menos una vez de cada cuatro
  • sensación de evacuación incompleta al menos una vez de cada cuatro
  • presencia de heces pequeñas y/o duras al menos una vez de cada cuatro
  • menos de 3 evacuaciones por semana

Factores de riesgo

La relación entre la edad y el estreñimiento no se debe tanto a los cambios físicos típicos de la vejez como a otros factores que cambian debido al envejecimiento, como la baja ingesta de líquidos, la dieta baja en fibra, la movilidad reducida y los cambios en el entorno de vida.

La ingesta deficiente de líquidos hace que el tránsito por el colon sea más lento y que se reduzca la eliminación de heces. La dieta juega un papel muy importante. Parece que la prevalencia de los trastornos digestivos está aumentando debido a una dieta cada vez más baja en fibra. La ingesta de fibra, de hecho, afecta a la duración del tránsito intestinal, la masa fecal y la frecuencia de la evacuación.

La incidencia del estreñimiento también es mayor entre quienes hacen poca actividad física y, por lo tanto, las personas que se ven obligadas a sentarse en una silla o en una cama corren un riesgo mucho mayor. Factores ambientales como la necesidad de retrasar la urgencia de evacuar, la reducción de la privacidad, los servicios inapropiados y la dependencia de otros para la eliminación también pueden contribuir al estreñimiento.

No hay que subestimar los factores psicológicos como la ansiedad, la depresión y el deterioro cognitivo. Por último, muchas drogas pueden aumentar el riesgo de estreñimiento, así como la presencia de dolor rectal causado por fisuras anales y hemorroides.

Prevención del estreñimiento en los ancianos

No es posible eliminar todos los factores de riesgo de estreñimiento, pero por lo general el mejor enfoque es la prevención. Esto es especialmente válido cuando el trastorno está vinculado al envejecimiento, sin olvidar que, aunque el estreñimiento se considera uno de los problemas de los ancianos, las personas mayores de 65 años que están sanas y activas suelen tener una función intestinal normal. Dado que el estreñimiento es el resultado de muchos factores, se recomienda un enfoque multidisciplinario (dieta e ingesta de líquidos, ejercicio físico y hábitos intestinales efectivos) para su prevención y tratamiento.

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