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Christine Marie y los “dos huecos” que tiene en su corazón

¿Has sentido que tienes un hueco en el corazón cuando estás triste? Pues debes saber que existe una condición cardiovascular llamada atrial septal defect o defecto septal auricular que, literalmente, causa un orificio en las paredes del corazón. BeHealth conoció la historia de Christine Marie De Jesús, una puertorriqueña que enfrenta esta enfermedad desde que nació y de la cual tuvo conocimiento hasta su adultez.

De hecho, hubo indicios desde la infancia de Christine, pues según nos contó, cuando era tan solo una niña la diagnosticaron con cinco soplos que “estuvieron revisando hasta los cinco años hasta que se cerraron”, agregó.

Además, Christine Marie se tuvo que enfrentar a otras patologías como convulsiones, dengue, fibromialgia, entre otras que, de acuerdo con lo que ella misma nos aseguró, nada tuvieron que ver con la enfermedad cardíaca que padece.

“Me empezó a ver no solo el reumatólogo, empecé a ver al neurólogo y al neuropsicólogo que tratan estas condiciones. Así que ha sido un raro caso”, expresó.

Quizá lo más difícil para la paciente fue enfrentar estas condiciones mientras sus pequeños hijos crecían. Sin embargo, no fueron impedimento para que ella continuara con los tratamientos que alargarían sus años de vida.

“Yo recaí en el 2021 y ahí es cuando me dijeron que necesitaba un seguimiento también de otros estudios patológicos como el cardiólogo. Fui al cardiólogo para asegurarme de que mis convulsiones no habían afectado mi corazón. Empecé en agosto con un ecocardiograma y el cardiólogo me dijo que había algo que se veía mal. “Te tenemos que hacer un ecocardiograma con burbujas” y me dijo entonces que tengo un hueco en el corazón”, anotó.

Exámenes posteriores 

Luego de eso, Christine debió someterse a “un CTI, que es un tubito como tipo cateterismo donde me chequearon, ahí es que vieron el hueco que tengo en el corazón de las válvulas de arriba del corazón”, añadió.

Cabe señalar que, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), este tipo de huecos, conocidos como comunicación interauricular, son un defecto congénito del corazón en el que hay un orificio en la pared (tabique) que divide las cámaras superiores (aurículas) del corazón. ¿Cómo fue la experiencia de Christine?

“Ahí me dijeron que este hueco es congénito. Eso tú lo tienes de nacimiento, pero a mí nunca me lo habían diagnosticado y yo nunca había tenido que ir al cardiólogo hasta recientemente. Está en el centro, que es lo que divide el corazón, todo esto se llama la tríada. Tengo el hueco ese que es sumamente grande. Por eso es que me dijeron que me tenían que operar”, comentó.

Llegada a la cardiología intervencional

Cuando la paciente creía que ya iba encontrando salidas a su enfermedad, la remitieron con un “cardiólogo intervencional, el cual me dijo que tenía que evaluarlo con otros médicos de Latinoamérica porque veía que el hueco estaba bien pegado a la válvula aórtica”, dijo, a su vez que contó detalles de otros procedimientos a los que se tuvo que enfrentar.

“Ahí me dijeron que, al estar el hueco muy cerca de la aorta, no me podían operar así. La única opción era una operación de corazón abierto. Entonces ahí sentí, obviamente, el shock a mis treinta y tres años, con mis hijos, una operación de corazón abierto. Wow, esto ¿qué está pasando?”, dijo.

Posteriormente, Christine tuvo una seria conversación con su cardiólogo tratante, quien le dijo a qué podría enfrentarse: “Veo al doctor cirujano, que me dijo que sí podría operarlo, pero tenía que hacer otros procesos, como por ejemplo un coronario para ver más a fondo el corazón y que no haya una una válvula tapada’. Entonces me hicieron esa coronaria y vieron otro hueco en el corazón en la parte de abajo, la parte ventricular, la tríada”, recordó.

¿Otra vez bajo el bisturí?

La paciente también contó que sintió temor porque ahora enfrentaría dos huecos en su órgano cardíaco y, de nuevo, otra cirugía para repararlo. Lo más difícil, es que en “Puerto Rico, aparentemente, hay muy pocos cirujanos que hagan ese tipo de procedimientos”. Sin embargo, ella encontró a un galeno que le ayudaría en este proceso.

“Encontramos uno que opera en el Hospital Cardiovascular. Esta cirugía será en febrero, pero antes me tienen que hacer un examen en el corazón, porque tenemos que ver bien cuán grande es ese hueco abajo, porque ese hueco está en el músculo del corazón. Es bien raro que se note mucho. Por eso no lo habían notado en un día o en otros, porque estaban pensando en el hueco de arriba que es sumamente grave. Y van a ver si eso es lo que me está causando estas constantes fatigas”, reconoció.

Ahora Christine está expectante a su nuevo procedimiento quirúrgico y solo tiene certeza de que la salud varía, pues un día se está bien y al otro no se sabe. 

“Todo ha salido de mi cuerpo expresándose; me di cuenta que el cuerpo es tan incierto y sabemos tan poco que un día estamos aquí, al otro no. Ese ha sido el impacto más grande que tengo”, añadió.

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