El tema de la salud mental es uno que se trabaja cada día más para ser normalizado. La periodista Lily García entrevistó al doctor Gilvic Carmona De Jesús para BeHealth sobre los desafíos y mitos de la salud mental y el suicidio.
El promedio anual >de Puerto Rico es de 296 suicidios al año, y el psicólogo clínico nos cuenta qué hacer para ayudar a nuestros seres queridos y prevenir ese desenlace.
Mitos: atado a salud mental
Uno de los mitos comunes es que la persona tiene un problema de salud mental, pero la estadística más grande es de quienes han tenido una pérdida o pasado un trauma. El doctor menciona que cualquiera de nosotros puede estar vulnerable a tomar tal acción.
Hay dos características importantes que se resaltan: una mente nublada y que los intentos para resolver la situación no funcionen, según hace creer la mente. Carmona de Jesús resaltó que cuando un individuo considera quitarse la vida es porque sobrepasa un gran sufrimiento que no encuentra otra salida.
Se cree que el estigma y el qué dirán tras el individuo atravesar un intento suicida puede tener impacto en la persona. Sin embargo, se ha demostrado que, en general, las personas que se suicidan nunca habían tenido un pensamiento o diagnóstico de esa naturaleza, incluyendo intentarlo anteriormente.
Entre los mitos, el más preocupantes para el psicólogo es pensar que la persona no da señales antes de escoger el suicidio.
“La gente piensa que el suicidio ocurre repentinamente sin previo aviso”, expuso el psicólogo, quien explicó que esos casos se pueden dar, pero usualmente hay cinco pasos antes de la persona tomar la decisión.
Conductas y advertencias
Entre las conductas y advertencias, las personas comienzan a hablar sobre el tema. Para identificar cuando una persona está vulnerable hay que estar pendiente del individuo.
Observar es la palabra clave, además de atreverse a hablar sobre el tema, especialmente, luego de que el individuo haya atravesado alguna pérdida o trauma.
Suele suceder que las personas llamen cobarde a quien decide quitarse la vida o eviten el tema de conversación, cuando ese desenlace es algo que no forma parte de nuestra naturaleza. Algunas de las señales son los pequeños intentos como cortarse en los brazos.
“Alguien que se autolesiona es que el sufrimiento emocional es tan profundo que recurre a un dolor físico para calmar su dolor”, añadió Carmona de Jesús.
En la entrevista se resaltó que los cortes en las manos son una forma de ansiedad y no necesariamente tiene que estar atado al suicidio, pero sí es una señal a la cual se debe estar pendiente.
El suicidio es la causa número 12 de muertes a nivel mundial, lo que es alarmante ya que los que ocupan los espacios anteriores son enfermedades. El psicólogo mencionó que, aunque los casos de suicidios han ido disminuyendo, han aumentado los intentos. La diferencia se encuentra en que los han atendido a tiempo y ahí recae la importancia de hablar sobre el tema.
Factores prevalecientes
Carmona de Jesús mencionó varios factores que son notables a la hora de buscar signos cuando una persona no anda bien, comenzando con la autoimagen. La baja autoestima o problema de identidad puede ser un detonante.
La segunda es la conducta de interacción con el otro, el sentirse aislado. Una tercera parte es la espiritual que va atada con un sentido de propósito, cuando se pierden las motivaciones. La última mencionada es cuando hay un dolor crónico en el cuerpo.
La clave es buscar estabilidad emocional, identificar que hay un problema y que solo no se puede más, pero saber a donde ir a buscar ayuda.
Un hecho es la busqueda de la solución mediante el suicidio, como una meta es la disminución del dolor o los pensamientos negativos. La mente los lleva a sentirse impotentes y desesperanzados. Por eso, la persona necesita un acompañante que sea compasivo, que ayude a reconocer que tiene un problema y debe buscar ayuda profesional.
“Si estás aquí todavía es porque tienes un propósito que cumplir”, puntualizó Lily García.
