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Bienestar General

Enfermedades tropicales desatendidas: nuevos objetivos en tiempos de COVID-19

Las enfermedades tropicales desatendidas constituyen un grupo de 20 patologías, entre las que se encuentran dengue, lepra, enfermedad de Chagas y leishmaniasis, que afectan en mayor medida a las comunidades más pobres y marginadas, con acceso muy limitado a los servicios de salud.

Desde hace 2 años la Organización Mundial de la Salud (OMS) se centra en establecer objetivos globales y sistemas para este grupo de patologías, por lo cual emitió la guía 2021-2030 de control, eliminación o erradicación de 20 enfermedades tropicales desatendidas. Es preciso hacer cambios, porque la lucha contra estas enfermedades es todavía más relevante debido a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19.

La publicación del documento definitivo elaborado por los países miembros de la OMS estaba prevista para mayo, pero se pospuso para noviembre de 2020. Hace varias semanas la OMS inició una serie de reuniones por videoconferencia, a fin de analizar las modificaciones esenciales para alcanzar estos objetivos. Con 1.300 participantes el primer seminario por videoconferenciaglobal para discutir el futuro de las enfermedades tropicales, no tuvo representación latinoamericana.

Javier Sancho, coordinador de la Coalición Global contra la Enfermedad de Chagas, declaró:

«Normalmente el foco de atención de las organizaciones internacionales está en África, probablemente porque creen que los sistemas de salud de Latinoamérica son más sólidos y tienen más recursos».

Sancho forma parte del grupo de apoyo para la redacción de la guía 2021-2030 de enfermedades tropicales desatendidas.

«En África estamos cerca de eliminar la enfermedad del sueño pero en Latinoamérica la enfermedad tropical desatendida que causa más morbilidad y mortalidad es la enfermedad de Chagas y nos encontramos muy lejos de este objetivo. La enfermedad de Chagas es ‘la más desatendida de las enfermedades desatendidas’. Hasta los propios sistemas de salud y la población afectada desatienden esta enfermedad. Si quienes la sufren no levantan la voz y no tienen influencia es más difícil que sean escuchados».

Evitar más daños

El punto de partida de la reunión virtual Why We Need the NTD Road Map Now, More Than Ever (¿Por qué necesitamos ahora más que nunca la guía 2021-2030 de las enfermedades tropicales desatendidas?) fue el convencimiento de que el impacto de la COVID-19 va a durar años y, por tanto, es necesario un plan estratégico nuevo para adaptar los programas principales destinados a las poblaciones más vulnerables.

El Dr. Sabin Nsanzimana, médico en Ruanda, expuso algunos ejemplos de las dificultades para afrontar la COVID-19 sin provocar más daños. «Por lo general, para trabajar nos reunimos en persona y eso es justo lo que no podemos hacer ahora. Debemos adaptarnos y por eso hicimos cambios, como distribuir mosquiteros contra la malaria de casa en casa y suministrar fármacos contra el virus de inmunodeficiencia humana para un periodo más prolongado. Sin embargo, otros cambios no son tan sencillos. Por ejemplo, trabajamos con los colegios como plataformas educativas, pero ahora están cerrados: ¿cómo mantener este servicio de salud en los colegios virtuales?».

Fuente: Medscape

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