Los trastornos que causa el COVID-19
COVID-19 está afectando las vidas de millones de personas en todo el mundo en términos de salud física, salud mental, libertad y estabilidad económica.
La actual emergencia sanitaria está poniendo el foco en la fragilidad de los sistemas de salud de muchos países. Las dinámicas sociales y personales han sido profundamente afectadas. Poblaciones vulnerables son ahora aún más vulnerables.
Un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestra el impacto del COVID-19 en servicios para enfermedades no transmisibles.
Ahora, durante la pandemia, muchos países participantes del relevamiento de la OMS informaron trastornos parciales o completas de los servicios para enfermedades no transmisibles tales como hipertensión (53% de los países informando trastornos), diabetes (49% de los países informando trastornos, cáncer (42% de los países informando trastornos) y emergencias cardiovasculares (32% de los países informando trastornos).
Enfermedades no transmisibles
La sólida evidencia muestra que el virus causante del COVID-19 es
especialmente peligroso para ciertos segmentos de la población: personas
mayores, personas con ciertas enfermedades no transmisibles, personas
padeciendo tuberculosis, y personas con discapacidades son algunas de las
categorías que son particularmente susceptibles a los efectos del COVID-19.
Las personas con psoriasis y artritis psoriásica también están Experimentando trastornos en el cuidado, y ejemplos en todo el mundo demuestran que es posible mantener funcionando los servicios de salud para enfermedades no transmisibles durante la pandemia.
Consecuencias previstas y no previstas
El brote en sí y las medidas tomadas por los gobiernos para manejarlo traen
consecuencias previsibles y no previsibles para la salud pública. Las políticas implementadas para contener la expansión del virus, por ejemplo aquellas relacionadas con la limitación de movimiento, pueden tener consecuencias para la salud de la gente a corto y largo plazo.
El mundo encara desafíos sin precedentes en el ámbito de la salud pública y más allá. La cooperación entre países y dentro de los países es de extrema importancia si queremos luchar contra esta pandemia y sus consecuencias.
En la etapa posterior a la pandemia deberá hacerse una profunda reflexión sobre como reconstruir los sistemas de salud que son resistentes y capaces de encarar emergencias sanitarias.