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Esto es lo que debes saber sobre el impétigo

El impétigo es una infección de la piel que afecta principalmente a los niños. Es muy contagioso. Se presenta con ampollas rojas que pican en la cara, las manos, las extremidades y las zonas genitales.

Si el niño se rasca, los forúnculos llenos de suero revientan y son sustituidos por costras de color amarillo-marrón. La alta contagiosidad de la infección hace necesario un tratamiento rápido y mantener al niño en casa, evitando el contacto con otros niños en el colegio o jardín, que son los lugares donde los niños enferman más fácilmente. Por lo general, el contagio desaparece a las 48 horas de iniciar el tratamiento.

¿Cuáles son las causas del impétigo?

El impétigo está causado por las bacterias Staphylococcusaureus y Streptococcuspyogenes, que se transmiten fácilmente en los entornos de convivencia compartidos. Por ello, los niños en el jardín o en el colegio, como resultado del contacto de sus manos con superficies sucias como el suelo, se tocan entre sí y transfieren las bacterias a la piel de los compañeros, provocando la infección.

Factores de riesgo

Los factores que aumentan el riesgo de padecer impétigo incluyen lo siguiente:

  • Edad. El impétigo es más frecuente en niños de entre 2 y 5 años.
  • Contacto estrecho. El impétigo se contagia fácilmente entre familiares, en ambientes concurridos, como escuelas y guarderías, y por participar en deportes en los que hay contacto de piel a piel.
  • Clima cálido y húmedo. Las infecciones por impétigo son más comunes donde el clima es cálido y húmedo.
  • Lesiones en la piel. Las bacterias que causan el impétigo generalmente ingresan a la piel a través de un pequeño corte, una picadura de insecto o un sarpullido.
  • Otras afecciones médicas. Los niños que tienen otras afecciones cutáneas, como dermatitis atópica (eccema), son más propensos a padecer impétigo. Las personas mayores, los diabéticos o las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado también son más propensos a contraerlo.

¿Cuáles son los síntomas del impétigo?

Los síntomas del impétigo incluyen:

  • Forúnculos rojos, llenos de suero
  • Picazón
  • Inflamación de la piel alrededor de la nariz, la boca y el ombligo
  • Como consecuencia del picor y el rascado, los forúnculos estallan exponiendo la piel a otras infecciones bacterianas que son potencialmente más peligrosas que el impétigo
  • En algunos casos, un impétigo descuidado puede evolucionar hacia síntomas más graves, como una infección por estreptococos beta hemolíticos del grupo A (SBEGA), con complicaciones renales. Se trata de un caso raro, en el que el niño orina poco, tiene dolores de cabeza y presenta acumulación de líquido en las piernas y la cara, que tienden a hincharse.

¿Cómo prevenir el impétigo?

Mantener la piel limpia es la mejor manera de que esté saludable. Es importante lavar de inmediato los cortes, las raspaduras, las picaduras de insectos y otras heridas.

Para evitar la transmisión del impétigo a otras personas, sigue estos consejos:

  • Lava de forma cuidadosa las áreas afectadas con agua corriente y un jabón suave, y luego cúbrela ligeramente con una gasa.
  • Lava la ropa, las sábanas y las toallas de la persona infectada todos los días con agua caliente y no las compartas con nadie más de la familia.
  • Usa guantes cuando apliques el ungüento antibiótico y luego lávate bien las manos.
  • Córtale las uñas al niño infectado para evitar que se lastime al rascarse.
  • Fomenta el lavado de manos regular y a consciencia, y la buena higiene en general.
  • Mantén al niño con impétigo en casa hasta que el médico diga que ya no contagia.

Diagnóstico

Para el diagnóstico del impétigo basta con un examen dermatológico, durante el cual se pueden detectar fácilmente las lesiones típicas de la enfermedad en la cara del niño o en otras zonas del cuerpo.
En raras ocasiones es necesario proceder a realizar análisis de sangre, que son útiles cuando existe una infección adicional (una sobreinfección bacteriana).

Tratamientos

El tratamiento del impétigo difiere según la oportunidad del tratamiento. Si se diagnostica a tiempo, el impétigo puede curarse aplicando gel de cloruro de aluminio (gel astringente) en todas las zonas afectadas. Si el impétigo ya está extendido, se utilizan antibióticos orales. En la comunidad, es importante tratar a todos los enfermos de impétigo al mismo tiempo.

Fuente: Mayo Clinic

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