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Oncología

Signos y síntomas de un tumor cerebral

Los tumores cerebrales no tienen signos y síntomas típicos, porque inducen trastornos comunes a muchas otras enfermedades que afectan al sistema nervioso. Sin embargo, hay algunos signos que podrían alertarnos sobre esta enfermedad.

Como con todos los cánceres, reconocerlos en una etapa temprana puede mejorar las posibilidades de recuperación y supervivencia.

No debemos alarmarnos, pero sí hablar con el doctor sin perder tiempo…

No hay signos y síntomas exclusivamente típicos de los tumores cerebrales. Los trastornos que se producen con mayor frecuencia son comunes a muchas otras enfermedades que afectan al sistema nervioso. Por ello, cuando se produce uno de los síntomas de esta lista, no hay que pensar necesariamente en lo peor, pero es importante consultar al médico de cabecera que, si lo considera oportuno, prescribe un examen con un neurólogo y las comprobaciones necesarias.

Dolor de cabeza y náuseas

El dolor de cabeza y las náuseas pueden tener muchas otras causas y no hay que alarmarse, pero si persisten durante más de una semana, sin mejorar a pesar de los analgésicos y otras terapias, hay que consultar al médico.

En algunos casos el dolor de cabeza puede ser más intenso por la mañana (pero generalmente mejora durante el día), en otros puede provocar el despertar durante el sueño, puede ser más pronunciado con el esfuerzo físico y empeorar con el movimiento de la cabeza (o si estornuda o tose). La sensación de náuseas y vómitos suele ir acompañada de dolor de cabeza.

Trastornos de la vista y mucho sueño

Los problemas de visión (como la pérdida de la mitad del campo visual o la imagen dividida), la tendencia a dormir fácilmente y a dormir muchas horas al día pueden ser consecuencia de una presión endocraneal muy elevada debido a la compresión por el tumor de los nervios ópticos y las estructuras cerebrales que controlan la vigilancia.

Trastornos del movimiento

Es bueno hablar con un médico si se nota una incapacidad para realizar un gesto voluntariamente (como mostrar la lengua a la orden), si se experimentan movimientos oculares involuntarios o trastornos de la sensibilidad y la motilidad de las extremidades. Los trastornos del equilibrio, la disfonía (trastornos de la voz que van desde la ronquera hasta la afonía) y la dificultad para tragar también pueden ser una llamada de atención.

Trastornos en la comprensión del lenguaje

Si la zona afectada controla el movimiento de las extremidades o el habla, los trastornos aparecen en una fase temprana, lo que generalmente permite hacer el diagnóstico cuando el tamaño del tumor es todavía pequeño. Si, por el contrario, se trata de una zona que no regula una actividad determinada, es posible que el tumor no muestre signos de sí mismo durante mucho tiempo y, por lo tanto, se diagnosticará cuando haya alcanzado un tamaño significativo.

Alucinaciones y perturbaciones de la memoria

La percepción de olores repentinos e intensos, de muy corta duración, a menudo indefinibles, pero generalmente desagradables y no percibidos por la gente de alrededor, así como las sensaciones repentinas de haber visto o experimentado ya ciertas sensaciones pueden ser una expresión de la existencia de una lesión tumoral.

Crisis epiléptica

Cuando el tumor afecta a la corteza cerebral son muy frecuentes los ataques epilépticos, que pueden producirse con la pérdida de la conciencia o con movimientos involuntarios de una extremidad o de la cara. Las crisis epilépticas pueden ser el primer síntoma de la enfermedad en un sujeto sano, por lo que es importante consultar al médico con prontitud.

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