¿Orinar sentado? Conoce el nuevo hábito que puede mejorar la salud masculina

Orinar de pie es una práctica habitual entre los hombres, aprendida desde la infancia y considerada cómoda, especialmente en lugares públicos. Sin embargo, estudios recientes han puesto en duda si esta postura es la más saludable para la vejiga. Especialistas en urología señalan que la posición corporal durante la micción influye en el vaciamiento completo de la vejiga y en otros parámetros relacionados con la salud urinaria.

De acuerdo con Mayo Clinic, un referente en el cuidado de la salud, la postura adecuada es clave para mantener una vejiga saludable. Orinar sentado permite que el cuerpo se relaje y los músculos del suelo pélvico entren en reposo, lo que facilita la expulsión completa de la orina. Esto, a su vez, reduce el riesgo de infecciones urinarias y problemas derivados de un vaciado incompleto.

Aunque la costumbre de orinar de pie sigue siendo predominante, los especialistas recomiendan reconsiderar esta práctica para garantizar un mejor funcionamiento del sistema urinario. La evidencia sugiere que pequeños cambios en los hábitos cotidianos pueden marcar una diferencia significativa en la salud a largo plazo.

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¿La postura afecta la micción?

Algunos estudios y portales especializados en salud masculina destacan que la postura adoptada al orinar puede influir notablemente en el volumen y flujo de la orina. La vejiga urinaria, cuya capacidad antes de sentir la necesidad de evacuar varía entre los 250 y 300 mililitros, podría no vaciarse completamente si no se adopta una postura adecuada.

Los especialistas enfatizan la importancia de mantener una postura que permita la relajación del cuerpo y de los músculos del suelo pélvico para garantizar un vaciamiento óptimo. Aunque orinar de pie es una práctica común por comodidad, hacerlo sentado podría ofrecer beneficios significativos para la salud urinaria, ayudando a prevenir problemas como la retención de orina o infecciones.

Para lograr un vaciado completo de la vejiga, es fundamental que el sistema nervioso funcione correctamente, ya que este regula tanto el aviso de la necesidad de orinar como la capacidad de retener la orina hasta encontrar un lugar adecuado para evacuar.

En el momento de la micción, el esfínter de la vejiga y los músculos del suelo pélvico se relajan, permitiendo que la vejiga se contraiga y expulse el líquido acumulado de manera eficiente.

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