facebook_image
BeKidsBienestar General

Padres y docentes deben comprender las necesidades del niño disléxico

Durante el webinar “Entendiendo y Comprendiendo la Dislexia”, organizado por Multisensory Reading Centers of Puerto el Dr. Gabriel Azcurra, pediatra, consultor en dislexia y miembro fundador de Dislexia Counseling. Espacio de investigación y capacitaciones en dislexia y su abordaje integral, brindando soporte del plano emocional extendió la invitación a entender la condición para dar a los niños una oportunidad de crecer felices.

Etiología y Fisiopatogenia

Su etiología es desconocida.

Mientras que la fisiopatogenia estaría relacionado con una falla en la migración neuronal durante el desarrollo embrionario antes de la semana 30 de gestación.

  • Alto componente hereditario
  • De origen genético relacionados con cromosomas 15 (deletreo) y 6 (conciencia fonológica)
  • Genes implicados DYX1C1, KIAA0319,DCDC2 y ROBO1.

Durante el webinar el pediatra expresó:

“La dislexia es una dificultad que nos desafía, pero no es un impedimento para cumplir nuestros sueños”, Dr. Gabriel Alzurra

Sin embargo, destacó que los sueños pueden quedar truncados cuando no se alcanza el diagnóstico y tratamiento adecuado de forma oportuna. 

Así el especialista recordó su propia experiencia:

“Todo el mundo me decía que yo no podía tener dislexia porque ya era médico y resultó que sí, yo no me veía con problemas en la lectura, pero si notaba que me cansaba mucho”, expresó 

El pediatra compartió un texto que lo ha cautivado y que comparte frecuentemente como un mensaje para las familias:

Mensaje a la familia

Me gustaría recalcar a las familias con niños disléxicos que la genética no es una condena o perpetuidad.

El cerebro es un órgano “plástico”, que cambia constantemente y se reconstruye y para el cual los genes y la experiencia tienen igual importancia.

Las anomalías en la migración de las neuronas, cuando están presentes, afectan solo a pequeñas partes de la corteza.

El cerebro del niño contiene millones de circuitos redundantes que pueden compensarse mutuamente por sus deficiencias.

Cada nuevo episodio de aprendizaje modifica los patrones de expresión de nuestros genes y altera nuestros circuitos neuronales, y de esta forma da la oportunidad de sobreponerse a la dislexia y a otros déficit del desarrollo (…)

Es necesario ver más allá de lo evidente, tomar el lugar del otro y sentir lo que el otro siente.

“Imagínense días, meses, años de frustración, ¿qué tolerancia pueden tener el niño?, hay que tener mucha paciencia”, recalcó el pediatra.

Y añadió:
“Si juzgamos a los niños con dislexia por su habilidad para leer, pensará que es estupido y así es como se daña la autoestima”.

¿Qué siente el niño?

  • Vergüenza
  • Humillación
  • Se siente tonto
  • Bronca porque lo afecta en todos los ámbitos de la vida.
  • Impotencia por la falta de comprensión de los adultos.
  • Frustración porque nunca alcanza las expectativas de padres y profesores.

¿Qué sienten los padres?

  • Culpables por haber intentado penitencias o por obligar a practicar lectura diaria
  • Frustrados y cansados por el peregrinar por varios profesionales y diagnósticos.
  • Cuando llegan al diagnóstico, se sienten incomprendidos por el colegio.

Sin embargo, el pediatra fue enfático al recalcar que no deben sentir culpa, pues como padres hacen todo en beneficio de sus hijos y sin contra con un diagnóstico muchas veces se exige para verlos rendir mejor.

“Cuando un chico camina por la lectura con dislexia, la lectura es lenta, forzada, dubitativa y con miedo a caer o al error”, resaltó.

¿Qué sientes los docentes?

  • Agobio por sentirlo como una carga extra
  • Enojo, cuando interpreta falta de respeto
  • Desconcierto por la falta de formación
  • Culpa por no contar con herramientas para apoyarlos

“La única manera de salir de esto es el triángulo de empatía  entendiendo que el alumno tiene una dificultad , que los maestros no estuvieron formados y que los padres tampoco y que cada uno hace lo que puede, sin juzgar», destacó.

Resaltó, además, que el desafío está en cambiar profesores malhumorados, que no disfrutan de su trabajo por profesores empoderados que cuenten con herramientas de apoyo.

La dislexia es así, una dificultad específica del aprendizaje y no es una enfermedad, pero el estrés sí puede desencadenar otras condiciones.

“El docente dicta  a la velocidad que escribe la mayoría, pero el chico con disgrafía no va a poder alcanzarlos y por eso su frustración”, destacó

En casa los padres siempre deben apuntar siempre a la autoestima de sus niños, teniendo en cuenta que una cadena de aciertos puede cambiar el destino de un chico.

El pequeño debe estar convencido y entender que todo es en beneficio de él.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba