Métodos para prevenir o retrasar la aterosclerosis
La aterosclerosis es una enfermedad en la que el lumen de una arteria se estrecha debido a la formación de una placa dentro de su pared.
Inicialmente, cuando la placa es pequeña, no causa ninguna perturbación; con el aumento del volumen de la placa en cambio, comienzan a aparecer los signos y síntomas de la enfermedad, causados por el progresivo estrechamiento del lumen del vaso, que limita la llegada de sangre rica en oxígeno y nutrientes al órgano vascularizado de la arteria ateroesclerótica.
Los síntomas con los que se manifiesta la ateroesclerosis avanzada son diferentes según la arteria afectada, cuando el fenómeno afecta a las arterias coronarias, por ejemplo, suele manifestarse con dolor en el pecho tras un esfuerzo físico que retrocede con el reposo (angina), mientras que cuando afecta a las arterias de los miembros inferiores (piernas) puede manifestarse en forma de dolor en la pantorrilla o el muslo tras una caminata.
Los síntomas, cuando se presentan, generalmente surgen después de la edad adulta.
Causas
La causa exacta del desarrollo de la placa no se conoce del todo, pero se ha identificado una serie variada y numerosa de factores de riesgo que predisponen a su desarrollo; entre ellos, los más importantes son
- Niveles altos de colesterol en la sangre
- Hipertensión
- Diabetes
- Fumar
- Obesidad
- Familiaridad con la ateroesclerosis
- Dieta alta en grasas
La placa ateroesclerótica consiste principalmente en depósitos de grasa, colesterol y calcio.
¿Cómo prevenimos la ateroesclerosis?
El primer tratamiento para la aterosclerosis es la eliminación de los factores de riesgo «modificables».
Eso es:
Dejar de fumar. Esto detiene el progreso de la aterosclerosis y reduce el riesgo de complicaciones.
Ejercicio. Es bueno moverse regularmente durante media hora casi todos los días en una sola sesión. El motociclismo significa subir las escaleras en lugar de tomar el ascensor, dar la vuelta a la manzana durante la pausa del almuerzo o simples ejercicios de estiramiento frente al televisor, o ejercicios aeróbicos en el gimnasio. De hecho, la actividad física regular puede inducir a los músculos a utilizar el oxígeno de manera más eficiente, mejorar la circulación y también facilitar la creación de nuevos vasos sanguíneos y ayudar a disminuir la presión arterial y el riesgo de diabetes.
Siga una dieta saludable. Está compuesto de frutas, verduras, granos enteros, bajo en grasas saturadas, colesterol y sodio que también ayudará a controlar el peso, la presión y el azúcar en la sangre.
Adelgazar y mantener el peso en forma. Si tiene sobrepeso, perder tan sólo cuatro o cinco kilos puede ayudar a reducir el riesgo de hipertensión e hipercolesterolemia, dos de los principales factores de riesgo de la aterosclerosis.
Aprende a manejar el estrés. Practicar técnicas de manejo del estrés como la relajación y la respiración profunda cuando sea necesario.
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