La demencia vascular es una afección que se caracterizan por una disminución de la capacidad cognitiva asociada a la reducción del flujo sanguíneo al cerebro, que se encuentra así en una situación de deficiencia de oxígeno y nutrientes.
¿Qué es la demencia vascular?
La demencia vascular se considera la segunda causa más frecuente de demencia después de la enfermedad de Alzheimer. Su principal característica es la reducción de las capacidades cognitivas, un problema que puede aparecer repentinamente, por ejemplo, después de un derrame cerebral, u ocurrir gradualmente con el tiempo, tendiendo a empeorar.
¿Cuáles son las causas de la demencia vascular?
La demencia vascular subyacente son problemas de circulación de la sangre en los vasos sanguíneos del cerebro que pueden asociarse con otras formas de demencia, incluida la propia de Azheimer. El principal factor de riesgo es el envejecimiento, pero todas las condiciones que aumentan el riesgo cardiovascular también pueden contribuir a la aparición del problema.
¿Cuáles son los síntomas de la demencia vascular?
Los síntomas pueden variar enormemente dependiendo del daño vascular subyacente a la demencia y de las áreas del cerebro involucradas. Los problemas pueden ser más obvios cuando son el resultado de un derrame cerebral. En este caso puede tratarse de confusión, pérdida del sentido de la dirección, problemas para hablar o entender lo que se dice y pérdida de visión.
En otros casos, los síntomas pueden aparecer más lentamente con la acumulación de daños cerebrales, lo que puede afectar al juicio, la planificación y la atención, provocar llanto y risa incontrolables, perjudicar las interacciones sociales y aumentar la dificultad para encontrar las palabras adecuadas para decir.
Prevención
Al controlar los factores de riesgo que pueden comprometer la salud cardiovascular también se puede proteger el cerebro. Por esta razón, para prevenir la demencia vascular, es mejor no fumar, controlar la presión arterial y los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, seguir una dieta sana y equilibrada, asegurar el ejercicio regular, mantener un peso normal y limitar el consumo de alcohol.
Diagnóstico
El diagnóstico de la demencia vascular pasa por pruebas de memoria y razonamiento. En el caso de que estas pruebas hagan sospechar que existe un problema, puede ser necesario realizar más investigaciones, como por ejemplo:
- Un examen neurológico para comprobar los reflejos, el equilibrio, los sentidos, las habilidades motoras y de coordinación
- Análisis de sangre
- Análisis de imágenes del cerebro, por ejemplo, la resonancia magnética
- para las personas en riesgo, la detección de la depresión, una enfermedad que podría ayudar a enmascarar los síntomas o acentuarlos.
Tratamientos
No hay medicamentos específicos contra la demencia vascular, pero parece que algunos medicamentos que se toman en caso de Alzheimer pueden ser útiles para algunos pacientes que sufren de estas condiciones.
El mejor enfoque de la situación sólo puede establecerse mediante una evaluación cuidadosa del caso con los médicos; en caso de accidente cerebrovascular, por ejemplo, puede ser útil una rehabilitación adecuada. En términos más generales, mantener los factores de riesgo bajo control ayuda a evitar el empeoramiento de los síntomas.
