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Dermatitis atópica y estrés: ¿cuál es la relación?

Más de un tercio de los adultos con dermatitis atópica leve, moderada y grave tienen dificultades para hacer frente al impacto de los brotes en su salud mental y en su vida cotidiana. Así, en los pacientes con predisposición a las enfermedades inflamatorias de la piel, como la dermatitis atópica, el estrés favorece tanto la aparición de la enfermedad como su eventual agravamiento.

¿Por qué afecta el estrés?

El estrés agudo desencadena rápidamente una alta liberación de cortisol y adrenalina o noradrenalina que estimula el sistema inmunitario, principalmente el T-helper tipo 1, para producir citocinas proinflamatorias, lo que da como resultado una respuesta inmunitaria celular e inflamación.

Es un círculo vicioso, ya que la propia dermatitis atópica tiene un profundo impacto en el estado psicológico del paciente. Tanto porque el picor que provoca la enfermedad suele perturbar el sueño del paciente, como porque las lesiones suelen aparecer en zonas visibles, como la cara y el cuello, lo que provoca malestar social.

Dermatitis por estrés

Hablamos de dermatitis por estrés cuando los síntomas de esta enfermedad de la piel aparecen o empeoran en periodos de estrés psicológico.

Los psicólogos aún no han llegado a definir las características psicológicas únicas del paciente en el que los síntomas de la dermatitis empeoran después de un estrés intenso.

Pero sí es cierto que, si estamos sometidos a estrés, nuestro cuerpo se ve atravesado por una tormenta de hormonas y también se activan los mediadores de la inflamación por parte del sistema inmunitario, que generan los síntomas típicos de la dermatitis por estrés.

Sin embargo, a menudo a quienes padecen este tipo de problemas les unen la ansiedad , los problemas en las relaciones con la madre o, más en general, con las personas significativas, labilidad emocional, sentimientos de independencia, dificultades sexuales y una tendencia a abordar la agresión hacia sí mismos. A veces, las personas con esta afección también sufren de depresión.

Relación dermatitis atópica y estrés

Hay evidencias suficientes para asegurar que, en pacientes predispuestos, el estrés puede empeorarla y, a la inversa, los síntomas de la piel atópica producen con frecuencia estrés y cambios de humor.

Es responsabilidad del dermatólogo identificar aquellas personas afectadas (y/o familiares) que, además de buscar ayuda para su afección o la de su hijo, nos están pidiendo, de forma directa o indirecta, que atendamos sus necesidades emocionales.

Consejos para controlar el estrés en pacientes con dermatitis atópica

Existen muchas maneras de manejar el estrés. Pruebe algunas para averiguar cuáles funcionan mejor para usted.

  • Reconoce las cosas que no puedes cambiar. Aceptar que no puedes cambiar ciertas cosas te permite dejarlas ir y no alterarse.
  • Evita las situaciones estresantes. Siempre que le sea posible, aléjate de la fuente del estrés.
  • Haz ejercicio. Realizar actividades físicas todos los días es la mejor y más fácil manera de lidiar con el estrés. Al hacer ejercicio, tu cerebro libera químicos que te hacen sentir bien. También puede ayudarte con tu energía reprimida o frustración.
  • Cambia la perspectiva. Intenta desarrollar una actitud más positiva ante los desafíos. Puedes hacerlo reemplazando los pensamientos negativos con pensamientos más positivos.
  • Haz algo que disfrutes. Cuando el estrés te tenga decaído, haz algo que disfrutes para ayudar a ponerte de pie de nuevo. Puede ser algo tan simple como leer un buen libro, escuchar música, ver su película favorita o salir a cenar con un amigo.
  • Aprende nuevas maneras para relajarte. La práctica de técnicas de relajación es una gran manera de lidiar con el estrés del día a día. Las técnicas de relajación le ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea. Existen muchos tipos, desde respiraciones profundas y meditación hasta yoga y taichí. Tome una clase o intente aprender de libros, videos o recursos en línea.
  • Duerme lo suficiente. Descansar suficientemente durante la noche puede ayudarle a pensar con más claridad y a tener más energía. Esto hará que sea más fácil manejar cualquier problema que pueda surgir. Intente dormir entre 7 y 9 horas todas las noches.
  • Mantén una dieta saludable. Comer alimentos saludables ayuda a darle energía a su cuerpo y su mente. Evite los refrigerios con altos contenidos de azúcar y consuma muchas verduras, frutas, granos integrales, lácteos reducidos o libres de grasas y proteínas magras.

Fuente: Medline Plus

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