En memoria de Zulma Pagan Bones: un legado en la lucha contra la fibromialgia
Hoy nos embarga una profunda tristeza al despedir a Zulma Pagan Bones, una verdadera guerrera que dedicó su vida a ayudar a quienes enfrentan la fibromialgia. Zulma fue diagnosticada con esta enfermedad en 1997, cuando aún era poco comprendida y hablada. Su historia no solo es la de una paciente, sino la de una líder que marcó la diferencia en la vida de miles de personas.
En medio de su propia lucha, Zulma decidió convertir su dolor en una fuerza para el cambio. En 1999, fundó el Grupo de Apoyo Fibromialgia Inc., que más tarde evolucionó en el Grupo de Apoyo y Ayuda para Fibromialgia e Incapacidades (GAFI). Este grupo se convirtió en un refugio para más de 1,400 personas, brindando educación, orientación y un sentido de comunidad a aquellos afectados por la fibromialgia en Puerto Rico.
Pero su legado no se limita a la fundación de GAFI. Zulma fue una defensora incansable de la concienciación sobre la fibromialgia, participando en eventos, conferencias y programas educativos para difundir información precisa y acabar con los estigmas asociados con esta enfermedad.
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Su misión era clara: educar, orientar y concienciar sobre los desafíos de la fibromialgia, desde el dolor persistente hasta la fatiga y los problemas cognitivos.
No obstante, la vida de Zulma no estuvo exenta de desafíos. Enfrentó una batalla adicional contra el cáncer metastásico en los ductos biliares del hígado, una lucha que enfrentó con la misma valentía y determinación que caracterizó su vida.
A pesar de sus propias batallas, Zulma siempre tuvo una fe inquebrantable y una sonrisa esperanzadora para quienes la rodeaban. Su amor por Dios y su comunidad fueron pilares que la mantuvieron firme en los momentos más difíciles.
Hoy, mientras despedimos su presencia física, celebramos su legado de amor, empatía y fortaleza. Zulma Pagan Bones no solo dejó una huella en la comunidad de fibromialgia, sino también en el corazón de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla.
Descansa en paz, Zulma. Tu luz seguirá guiando nuestros pasos en la lucha contra la fibromialgia y en la búsqueda de un mundo más compasivo y comprensivo para todos.
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