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Prevenir amputaciones en pacientes con estrechamiento en arterias de las piernas

Si alguna situación preocupa a pacientes y familiares de pacientes con condiciones circulatorias, es la posibilidad de que se desarrolle o le afecte a tal grado, que pierda una extremidad o porción de la misma.

El doctor Jorge Martínez Trabal, un cirujano vascular certificado por el American Board of Medical Specialties con práctica en el Hospital San Lucas, en Ponce, explicó en entrevista con BeHealth, las cuatro condiciones circulatorias que afectan a los pacientes y cuáles de ellas los colocan en riesgo de amputación.  

El médico graduado de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara explicó que hay pacientes que, aunque tiene la condición son asintomáticos, porque el cuerpo ha desarrollado vías alternas para llevar sangre a las distintas partes del cuerpo. Eso ocurre porque el cuerpo tiene muchas redundancias, indicó.

Síntoma de la enfermedad esclerótica

Martínez Trabal mencionó que hay pacientes que caminan 100 o 200 metros y sienten dolor. Se detienen y dejan de sentir dolor. Vuelven a caminar y sienten molestias nuevamente. Eso es lo que se conoce como claudicación intermitente, lo que es un síntoma de la enfermedad esclerótica.

Sin embargo, no pone en peligro las piernas, por lo que el 95 por ciento de los pacientes que la sufren van a vivir el resto de su vida sin más inconveniente que el dolor que se alivia al parar de caminar, detalló el especialista entrenado en Mount Sinai Medical College en Nueva York, y Ohio Health Research Institute.

Intervenciones vasculares

Por otra parte, enfatizó que las intervenciones vasculares se deben reservar para pacientes que tienen la pierna en peligro potencial de amputación, como lo que llamó el dolor al descanso, que se caracteriza por ser más agudo cuando se está acostado que parado o sentado.

Cuando se sufre la condición, el pie se torna frío y pálido, causado por insuficiencia circulatoria suficientemente severa como para que el pie se torne pálido. Esto va combinado al rubor dependiente, que significa que la pierna se pone bien roja cuando se coloca hacia abajo, “como si tuviera más circulación de lo necesario”, indicó.

“Si el paciente dice que el dolor lo sacó de la cama en la noche, que el pie se le pone blanco como un papel y que si lo baja se le torna rojo, mientras el otro está rosado, mire, ahí usted tiene un paciente que está en riesgo de perder la extremidad en 70 por ciento, en los próximos seis meses”, mencionó el especialista. Dijo que a ese paciente urge mejorarle la circulación y quizá pudiera requerir intervención vascular para lograrlo.

Otro que pudiera requerir intervención es el paciente que tiene úlcera que no responde a un cuidado local adecuado, al cual hay que realizarle un estudio para verificar la circulación, además de medirle el pulso que tiene en la extremidad. “Hay que trabajar con la circulación para que no vaya a perder la pierna”, advirtió.

Revascularización en enfermedad avanzada

Además, está el paciente que tiene cangrena, que pudiera requerir revascularización, ya que la enfermedad pone en peligro la vida. “Ese paciente ha perdido tejido porque ha ido necrosando. Se le puso el dedito negro, la punta del dedo, la mitad del pie… definitivamente requiere una revascularización”, explicó el galeno.        

Mencionó que personas de 50 años tienen un riesgo de entre 15 y 20 por ciento de sufrir condiciones vasculares, mientras que en pacientes de 75 años, sobrepasa el 50 por ciento. Sin embargo, “la mayoría de los pacientes de sobre 75 años van a tener algún tipo de enfermedad vascular”, Martínez Trabal.

Explicó, además, que las patologías vasculares son degenerativas; que mientras más edad tiene el paciente, más presentes se hacen. Lo comparó con el hecho de que una persona de 75 años presenta piel arrugada, “pero tú no dices ‘está enfermo’, sino que está viejo”. Y advirtió que la arterosclerosis puede llegar a ser tan severa que puede obstruir el flujo sanguíneo hacia una extremidad.

El doctor aclaró que no es cardiólogo ni cirujano cardiotorácico, que son dos ramas separadas de la Medicina, aunque también tratan patologías cardiovasculares. “El especialista en problemas vasculares es el cirujano vascular, reconocido así por el American Board of Medical Specialties, la cual reconoce a quienes practican esa rama de la Medicina como especialistas en patologías vasculares”, especificó.

Destacó que no hay ningún profesional de la salud tan preparado para atender aneurismas y otras patologías vasculares como el cirujano vascular.  Martínez Trabal es graduado de bachillerato del  Recinto Universitario de Mayagüez, de donde es oriundo,  y realizó la residencia en Cirugía General en el Centro Médico de Mayagüez.

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