Nutrición y migrañas: un análisis detallado con la Lcda. Natalie Torres
La Lcda. Natalie Torres Reyes, nutricionista – dietista, compartió con BeHealth la compleja relación entre la alimentación y las migrañas, destacando que «siempre encontramos un componente nutricional que puede tanto mejorar como deteriorar nuestra salud, y la migraña no es una excepción».
En su enfoque, Torres Reyes subraya la existencia de alimentos respaldados por evidencia científica que pueden desencadenar o empeorar los ataques de migraña. En sus palabras, «elementos como la tiamina, los fenoles, los nitritos y nitratos, presentes principalmente en alimentos procesados y listos para consumir, como los embutidos, pueden exacerbar la condición en pacientes diagnosticados».
El desafío radica en la falta de información en las etiquetas nutricionales, ya que, según la nutricionista, «es crucial reconocer elementos como los nitritos, presentes comúnmente en embutidos y salchichas, alimentos bastante presentes en la dieta puertorriqueña». Esta falta de información detallada destaca la importancia de la educación del consumidor sobre la identificación de posibles desencadenantes en los productos alimenticios.
Además, advierte sobre alimentos aparentemente inofensivos, como el chocolate, y señala la asociación del alcohol, especialmente en cervezas, champán y vino tinto, con la exacerbación de los episodios de migraña.
Torres Reyes destaca, «es importante tener en cuenta que no todos los alimentos afectarán o desencadenarán estos episodios, pero es esencial estar informado sobre cómo ciertos componentes pueden influir en la salud y, en particular, en la migraña».
La variabilidad en la respuesta a los alimentos es un tema crucial abordado por Torres Reyes: «absolutamente, la respuesta a la migraña puede variar de persona a persona, y la forma en que un alimento específico afecta o desencadena los síntomas puede diferir significativamente». Esta perspectiva destaca la necesidad de una aproximación individualizada al manejo de la dieta en personas con migrañas.
Para aquellos que padecen migrañas, la experta aconseja la creación de un registro de dieta personalizado. Según sus palabras, «este registro implica hacer una lista de alimentos consumidos y observar si, dentro de las siguientes 24 horas, se experimenta un episodio de migraña». Torres Reyes enfatiza que este método de eliminación gradual no se trata simplemente de hacer una lista, sino de un proceso detallado para identificar posibles desencadenantes alimentarios.
Ajustes en la dieta boricua
En el contexto de Puerto Rico, donde ciertos quesos son populares, Torres Reyes destaca la importancia de la autoevaluación y ajuste en la dieta para gestionar los síntomas y mejorar la calidad de vida. «Es cierto que muchos alimentos consumidos por los puertorriqueños, que son ricos en grasas y otros componentes, pueden potencialmente exacerbar las migrañas en la mayoría de los pacientes».
Una vez identificados los alimentos que pueden agravar la condición a través de los registros de dieta, la nutricionista aconseja ajustar el consumo. «Puedes optar por no consumirlos en absoluto o reducir la cantidad». Además, sugiere encontrar sustitutos, como en el caso del queso: «en lugar de usar un queso como el Brie, puedes optar por alternativas que no contengan los elementos desencadenantes, como el queso suizo». Esta estrategia permite modificar las recetas para hacerlas menos propensas a desencadenar un ataque de migraña.
Otras recomendaciones
La actividad física, según Torres Reyes, también desempeña un papel crucial. Recomienda incorporar ejercicio regularmente para gestionar los síntomas de la migraña y mejorar el bienestar general. En sus palabras, «mantener un estilo de vida equilibrado, combinando una nutrición consciente con actividad física, contribuirá significativamente».
La nutricionista hace hincapié en fomentar hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana. «La educación sobre una alimentación equilibrada desde la infancia es clave para establecer patrones saludables que perduren a lo largo de la vida». Para finalizar, sugiere presentar alimentos frescos y variados desde la niñez, disminuyendo el consumo de alimentos altamente procesados.
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